Font de Estramar (Francia) |
La forma más rápida de llegar a Font de Estramar es a través del autopista A9 que es la continuación de la A7 española en dirección Norte y recorre la comarca de La Catalane (Pirineos Orientales). Tomamos la salida de Salses le Chateau, que se encuentra varios kilómetros al Sur al sur de la población. Tras pagar el peaje de salida llegamos a una rotonda y cogemos la salida N que entronca con la carretera D900. Tras varios kilómetros, circunvalamos la población, que queda a nuestra izquierda, y seguimos avanzando por la misma carretera en dirección a Port Fitou.
La laguna de la cueva es una de las más bonitas que conocemos y recuerda la Fuentona de Muriel o Pozo Azul y la entrada es casi tan cómoda como CarWash. La laguna se encuentra llena de grandes bloques de piedra, tras los cuales se abre la entrada que desciende verticalmente los primeros metros. La cueva avanza en dos túneles en dirección N, ambos con una anchura inicial en torno al metro. El derecho desciende progresivamente mientras que el izquierdo comienza tras un pozo a 35m. Ambos confluyen de nuevo a los 200m, formando un circuito e iniciándose otra galería más ancha que prosigue de forma bastante recta en dirección N por otros 300m. En su recorrido encontramos varias entradas laterales, aunque el recorrido clásico es seguir con escúter hasta alcanzar los 50m de profundidad en una sala en que el agua hace un cambio de corriente. Siempre tomando la derecha, podemos hacer un circuito zigzagueante, bastante largo, que termina a unos 300m de la entrada, aunque por la profundidad debemos tener prevista la contingencia de que un torpedo falle, ya que si calculamos mal sería crítico tener que regresar dando aletas. Según parece, una de las galerías dirección W lleva a un pozo que se encuentra explorado hasta los 170m, si bien el recorrido clásico es en forma de "P", obviando las galerías que avanzan hacia el W. La parte inicial tiene el riesgo de hacernos pensar que pueda usarse aire, pero en la parte principal de la cueva vamos a tener varios descensos bruscos y todo el recorrido es bastante irregular pudiendo ser difícil orientarse con narcosis. Por otro lado el emplazamiento de la línea es cambiante y la cueva tiene varias ramificaciones que generan circuitos interconectados, que ganan profundidad en seguida. Las paredes son claras y limpias, profundamente irregulares. Aunque es difícil tener visitas, los buzos franceses recomiendan informar a la piscifactoría cercana (tfno 04 68 38 64 65). Por lo demás, como en otras cuevas de Francia, no vamos a tener molestias burocráticas. Incluso alguna vez que la Gendarmería ha acudido y nos ha pedido documentación y solventados los problemas idiomáticos nos han dejado en paz al ver que habíamos estado buceando.
|