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ELIGIENDO INSTRUCTOR II (para "cinturón blanco")

Si practicas –o quieres practicar- un tipo de buceo estandarizado, como es el DIR, posiblemente hayas escuchado que su mayor ventaja es poder bucear con otras personas que practiquen el mismo estándar. Y es que desde las legiones romanas hasta los proyectos como WKPP se han reconocido las ventajas de usar un procedimiento estandarizado cuando necesitas organizar a muchas personas en una tarea común.

Eso no significa que los procedimientos militares, o las normas de circulación, o el DIR, no se puedan mejorar. Cualquier buzo experto podría desarrollar su propio protocolo de buceo personal; es posible que tardara años, pero podría. Luego tendría que consensuarlo con su compañero/s si es que no bucea solo. Pero si lo que quiere es coordinar a una docena de buzos o unirse a un proyecto de exploración de primer nivel, sin duda ahorrará tiempo y esfuerzo si simplemente adopta el DIR y se asegura de que sus compañeros hayan hecho lo mismo.

Gracias a adoptar el DIR y renunciar a tus preferencias personales podrás bucear con compañeros nuevos o integrarte en proyectos que de otro modo te obligarían sentarte horas o días para discutir cómo ibais a ir configurados o qué haríais en caso de emergencia, pérdida de gas, marcado de línea, etc.

Desde luego es muy complicado aprender a bucear DIR en internet. No está disponible toda la información y la mayoría de los ejercicios deben ser practicados en el agua, con compañeros. Así que lo más práctico es elegir un instructor, ya sea de la agencia original GUE, de su escisión UTD, de agencias pequeñas con un buen enfoque DIR como UTR, PATD o de instructores que siguiendo procedimientos netamente DIR impartan sus cursos para agencias convencionales.

Lo primero a lo que te debes enfrentar es a una oferta extensa con bastante desinformación y es lógico que optes por seguir el consejo de un amigo o atiendas a razones de economía o proximidad. Ahora bien, ¿proporcionan todas estas opciones la misma calidad de formación?.

Si pensamos en la adquisición de un bibotella o un traje seco, es posible que te quieras informar por lo que lee en internet, atiendas al consejo bienintencionado de un amigo o copies lo que ves. Pero es casi seguro que acabará comprando dos veces. Todos hemos pasado por esa etapa y luego aprendemos que no todos los bibotellas tienen la misma flotabilidad, el mismo trim ni permiten aprender los ejercicios con la misma facilidad y lo mismo pasa con un traje seco. Así que, es muy probable que incluso siendo diligente, un candidato a estudiante DIR termine comprando dos veces.

Con la formación con frecuencia sucede lo mismo. ¿Qué consejo podría dar a quien quiere tomar su primer curso y se enfrenta a una oferta de cursos devaluados por una parte, otros que claman por ser DIR sin serlo u otros más discretos, impartidos por instructores con genuina experiencia de muchos años en proyectos de primer nivel?

A menudo el candidato se autojustifica pensando que los cursos fundamentales o esenciales del buceo DIR no tienen el grado de exigencia de los buzos técnicos y los pueden impartir perfectamente instructores que no tengan una experiencia consolidada… ¿es eso? En realidad si quieres comenzar en el DIR más bien por curiosidad, sin saber si te va a gustar o si vas a querer avanzar en el técnico y las cuevas estás en un punto por el que han pasado la mayoría de los buzos del sistema.

Si pensamos en otros deportes estandarizados, como por ejemplo el judo, identifica el nivel del practicante a través de un código de ocho colores de cinturón, que va del blanco del principiante al negro del nivel avanzado y luego lo dividen en niveles o “danes”. Como en el buceo, el nivel de instructor no es exactamente un nivel de maestría. Así, puede haber instructores 1er dan e instructores 6º dan y ambos instructores pueden formar en grados elementales.

Así en el judo, un cinturón blanco puede encontrarse con instructores jóvenes, con gran fortaleza atlética y formación reciente, con otros de altísimo nivel y decenios de experiencia. Ahora la pregunta es cuál de los dos tipos de instructor elegiríamos para un curso elemental que nos transmitiera las máximas destrezas. El paralelismo es exacto al del buceo: nos interesa tomar un curso DIR elemental, pero no sabemos si nos va a gustar y no queremos invertir una cantidad de dinero innecesaria desde el primer momento: ¿para qué buscar alguno de los mejores instructores en Florida o Méjico si tenemos instructores –quizá no tan buenos, admitámoslo- aquí al lado y más accesibles. Además, estamos a nivel de cinturón blanco…

Pues bien, no es objetivo de este artículo analizar por qué algunas agencias han certificado como instructores a buzos con nula experiencia en exploración o con evidentes lagunas en su formación, lo que pretendo es dar respuesta al candidato que busca validar la elección sencilla.

Si hacemos un curso de buceo o de judo y luego no nos gusta o cambiamos de afición, puede parecer la mejor opción comprar material que se nos antoja más económico o recurrir a instructores más accesibles, al fin para nuestro nivel no parece que necesitemos ni material del más caro ni los más experimentados instructores.

Sin embargo, en el DIR –como en el judo- es probable que precisamente de esta decisión dependa nuestra continuidad en el sistema. Al igual que la elección de las botellas correctas no aporta nada (las botellas no bucean solas) sí que nos evita multitud de problemas que ni imaginamos al principio. Será cuando ya sepamos aletear hacia atrás con etapas, cuando descubramos que las botellas de tal marca o de tal peso resultan mucho más difíciles de manejar. ¿Nos sirve el mismo ejemplo cuando hablamos de formación?

La respuesta de nuevo nos la da el propio DIR. El sistema de enseñanza desarrollado para GUE por el que fue su director de formación y luego montó UTD, que también ha sido exportado por instructores que han abandonado la agencia, se basa en el llamado “PRINCIPIO DE PRIMACIA”, que significa que lo primero que se aprende es lo que mejor se recuerda.

En la formación del DIR, uno de los primeros problemas a que se enfrentan instructor y alumnos es “deconstruir” la memoria muscular desarrollada por los buzos en cientos, quizá miles de inmersiones y que luego pueda ser incompatible en caso de emergencia real en buceos DIR. La lista de ejemplos es enorme, hay muchas cosas que se hacen en buceo convencional y que no se harían en el DIR. Así que el primer obstáculo que te encontrarás es desaprender lo aprendido.

Al parecer el término “memoria muscular” ilustra que se crean canales neurológicos  mediante repetición, de modo que acabamos usando los músculos de una forma precisa y eficaz cuando hacemos miles de repeticiones de un ejercicio. Si ya hemos desarrollado esa memoria es extremadamente difícil “borrar” los canales consolidados quizá en años. Por tanto, desde ese punto de vista, es esencial que nuestro profesor de judo o nuestro instructor de fundamentos, nos permitan aprender ejercicios correctos, teniendo en cuenta que luego nos puede llegar a costar un esfuerzo desmedido corregir minúsculos fallos.

Es por esto que los buenos instructores recomiendan no practicar por tu cuenta antes de los cursos lo ejercicios que crees haber comprendido o que hayas podido ver por internet; los instructores prefieren alumnos “vírgenes” que no otros con vicios consolidados por la repetición.

Así, si nuestro instructor de fundamentos tiene poca experiencia en buceo estandarizado (aunque puede ser instructor desde hace muchos años), es posible que nos enseñe mal las señas de números o a pegar el codo a la oreja durante un ejercicio de válvulas o a alargar innecesariamente los brazos para equilibrarnos… Y luego, años después, en una situación real ya sea en cuevas o buceando con mezclas se nos presente el problema.

La ventaja de tomar formación de un instructor con experiencia consolidada en proyectos reales de exploración –y el DIR no se puede disociar de la exploración de cueva- es que nos asegura que la información que recibimos es correcta. El DIR no sólo se ha difundido gracias a los grupos nacionales, porque sirvan de primer punto de reunión de los practicantes del estándar, sino porque los grupos han insistido en coordinar en cada país la venida de “primeras espadas” de otros países para que esos conocimientos correctos caigan en cascada en la comunidad.

Así, si no sabes cómo acceder al mejor material o a los mejores instructores, intenta recabar esta información a través de los grupos nacionales, no sólo el de tu país. Aunque sólo sueñes con llegar a bucear en cueva, si ves buzos haciendo cosas que se te antojan complicadas, fíjate en el material que llevan y entérate de quienes fueron sus instructores.