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Cuevas en Lot Abril 2011 (parte II)

Hemos pasado una semana en la región francesa de Lot, realizando lo que hemos denominado un "vida a bordo" de buceo en cuevas (toda la semana viajando y durmiendo en una furgoneta).

TERCER DÍA DE BUCEO: RESSEL Y LANDENOUSE:

Nos despertamos en las inmediaciones de Marcilhac Sur Celé, y tras desayunar un poco, nos dirigimos al aparcamiento de acceso a Ressel, en el que únicamente existe en ese momento una furgoneta de una pareja que ha iniciado la inmersión antes que nosotros.

De nuevo, el ritual de preparación de equipos y vestirnos que ya viene siendo habitual. Esta vez utilizaremos únicamente una botella de etapa, dado que somos conscientes de que únicamente podremos llegar a la parte superior del sifón que baja a -45 metros y que se encuentra a -30 m.

Planeamos efectuar el recorrido por el lado izquierdo de la primera T, es decir el tunel más superficial pero de mayor recorrido.

De nuevo en la entrada de la cueva, el ritual protocolario de definición de objetivos, distribución de tareas de los miembros del equipo, revisión del correcto funcionamiento del equipamiento, presiones y cálculos de la presión de retorno....

Entramos en Ressel, que nos obsequia con una maravillosa visibilidad, por encima de 20 metros, en donde nuestras luces se pierden en un fondo azulado. El tamaño del conducto por el que nos movemos, y el de los bloques desprendidos del techo nos sobrecoge, el espectáculo es magnífico.

Efectuamos nuestro avance siguiendo de cerca la línea, y procediendo a colocar nuestros marcadores no direccionales en la primera T y siguiendo el tunel de la izquierda. Tengo especial predilección por este túnel, ya que es un tunel pequeñito que forma en el techo espejos de burbujas aprovechadas para reflejar por delante del compañero el haz de la linterna. En un momento determinado el paso de nuestras burbujas por el techo causa un interesante rugido, y al poco podemos observar la flecha y salto que marca el acceso al tunel profundo por una interesante grieta a la que nos asomamos iluminando su fondo.

Proseguimos nuestra inmersión, efectuando descensos por dos pozos pequeños que nos llevan sucesivamente hasta la cota de -21m, y al encuentro con la galería profunda. Unos pocos metros más allá llegamos a nuestro destino, la boca superior del pozo, sin haber llegado todavía a nuestra presión de retorno.

Echamos un vistazo al mismo, iluminando con nuestros focos sus paredes y fondo quedando encandilados. Tras este instante de fotografía mental, levantamos los pulgares y retornamos hacia la salida por donde hemos entrado.

La profundidad media es de 10 metros, por lo que nos mantenemos en deco mínima a realizar en 6 y 3 metros.

Una vez rompemos la superficie del agua, brotan de nuestras bocas gitos y palabras de júbilo por la excepcional inmersión y visibilidad que la cueva nos ha ofrecido.

Procedemos a recoger el campamento, donde ya han venido más furgonetas y la gente se está preparando para iniciar su inmersión.

Salimos y nos dirigimos a Cajarc y carretera hacia Landenouse, localizamos un lugar donde preparar comida a la vez que cargamos las botellas. Los preparativos pre inmersión y labores culinarias ocupan el resto del día que no pasamos bajo el agua.

Acabada la comida y con las botellas cargadas, nos dirigimos a la entrada del camino donde habitualmente se aparca para acceder a esta cueva. Somos conscientes de que los usuarios del mismo no tienen reparos a la hora de habrirse hueco para pasar con el tractor, por lo que tratamos de dejar el mayor espacio libre posible.

Con ayuda de una soga de remolcaje, nos ayudamos para bajar las botellas de etapa a la altura del agua, donde hay unas cuerdas atadas que nos permiten fijarlas sin que caigan al fondo de la poza.

Iniciamos la inmersión en esta maravillosa cueva, que en ningún momento resulta restrictiva, salvo quizá algo en la entrada, las dimensiones del conducto nos permite identificar las paredes y techos del mismo, a pesar de una visibilidad intermedia.

Avanzamos con una sola botella de etapa llegando a entrar unos 400 metros, poco después de ascender por el "pozo invertido", que a mi me resulta fascinante, dado que posee una forma notoriamente circular y de grandes dimensiones, y su gracia para mi reside en el hecho de que lo ascienden en el sentido de entrada en la cueva (nada especial si lo piensas), pero que a mi me gusta.

Retornamos a Marcilhac, la idea es efectuar al día siguiente una filmación en Ressel, para lo que llevaremos dos botellas de etapa, no para incrementar la distancia de penetración, sino para disponer de más gas que nos permita preparar y realizar las diferentes tomas.

CUARTO DÍA DE BUCEO: RESSEL:

El objetivo de este día es bucear en Ressel, y nada más recoger los equipos, llevar a uno de los compañeros a Cahors, ya que no continuará en la "expedición" por cuestiones de vacaciones.

Esa misma tarde quedaremos con otros amigos que vendrán de Cataluña y con los que compartiremos los siguientes días de inmersiones.

No bucearemos por la tarde, ya que muy probablemente saldríamos tarde del agua y no podríamos secar adecuadamente los trajes y ratas, así como sería tarde para cargar las botellas.

Tras levantarnos acudimos al parking de Ressel, el cual se encuentra hasta los topes de gente, y eso que hemmos madrugado bastante !!!. Entre los ocupantes del parking se encuentran varios espeleobuceadores españoles conocidos.

Además del propio plan de inmersión, que será idéntico al del día anterior, recibimos instrucciones acerca de las diferentes escenas que se quieren filmar dentro de la cueva, así como de las señas que se usarán para dirigir nuestros movimientos.

Entramos en la cueva, la cual todavía sigue en buenas condiciones e iniciamos la filmación. El proceso es lento, pues avanzamos un tramo, nos detenemos, avanza el cámara, se posiciona, avanzamos, y así todo el rato.

En un momento determinado, vemos pasar a dos de los buzos españoles propulsados por sus scooter, y los podemos filmar. Lamentablemente, será la última filmación, dado que al no haber bloqueado el autofoco la cámara se empeña en en focar ciertas partículas en suspensión y el frontal de la cámara, y no hay forma de que vuelva a enfocar lejos.

Así las cosas, seguimos nuestra inmersión de forma normal, accediendo esta vez al túnel inferior hasta llegar al pozo que baja a -45m.... pulgar arriba y retornamos muy tranquilamente, dado que disponemos de muchísimo gas.

Salimos del agua y nos disponemos a recoger todo el equipo, ya que al acabar comeremos rápidamente y nos dirigiremos a Cahors. Luego, por la tarde regresaremos a Marcilhac a encontrarnos con los amigos catalanes y pasamos  la tarde en el "Café de los Turistas" charlando sobre buceo con nuestros nuevos compañeros.

QUINTO DÍA DE BUCEO: RESSEL Y LANDENOUSE

Este día bucearemos de nuevo Ressel para enseñársela a nuestros nuevos compañeros, que bucearán con su rebreather y un buen montón de botellas de bail out.

Aunque hemos quedado a las 7:00 en el parking, nos lo encontramos lleno de gente, de nuevo muchos españoles.

Preparamos los equipos, tras lo que nos dedicamos a esperar a los compañeros de Rebreather, cuya preparación es mucho más lenta y necesita de más minuciosidad si cabe.

Todos en el agua nos acercamos a la entrada de la cueva. Nosotros realizamos nuestro protocolo pre inmersión y nos sumergimos. Nuestros compañeros nos siguen de cerca.....

Se nota la diferencia entre el buceo en abierto y con rebreather en el hecho de que nosotros avanzamos con un ritmo constante, continuado y eficiente, mientas que nuestros compañeros llevan un ritmo muchísimo más lento, dado que para ellos el gas no es en estos momentos motivo de preocupación, y se permiten un avance más relajado y observando más en detalle la cueva.

Los acompañamos hasta el pozo por la galería profunda, y ahí nos despedimos, ya que ellos continuarán la inmersión hacia el interior de la cueva, mientras nosotros nos tendremos que conformar con salir. Huelga comentar que esa situación nos da un poco de rabia, pero así son las cosas. Una vez los perdemos de vista en el fondo del tunel, comenzamos nuestro regreso.

Salimos del agua y procedemos a desequiparnos cuando de repente ¿Donde están las llaves de la furgo?. Tenemos la furgoneta cerrada y no tenemos las llaves, habrá que esperar a los compañeros de los rebreathers, que seguro que la llevan encima. Dejamos los equipos lo más recogidos posibles para no molestar al resto de buzos, y esperamos a que vengan los compañeros.

Cuando ellos regresan preguntamos por la llave, pero ninguno de ellos la lleva. Analizamos quien la llevaba antes de ir al agua y que había hecho, y todo parece indicar que la llave está en el fondo del río...

Nos afanamos en buscarla sin éxito, y algo desanimados, habida cuenta el importante número de buzos que ha pasado por la entrada y ha podido pisar la llave dejándola enterrada en el fango. El agua turbia tampoco ayuda.

Pasan bastantes minutos de búsqueda, incluso alguno de los buzos que entra en el agua nos ayuda, pero nada, no hay manera. Finalmente, uno de los buzos que entra en el agua y que se está enganchando una botella lateral al arnés la encuentra de forma casi milagrosa !!!!. Ufffff, menos mal, afortunadamente todo ha quedado en un buen susto.

Bueno, es hora de recoger, y buscar de nuevo un lugar donde preparar la comida a la vez que cargamos las botellas, ya que el plan es acudir por la tarde a Landenouse.

Nuestros amigos de los rebreathers nos acompañarán hasta Landenouse, aunque no bucearán esta tarde.

La cueva se encuentra en las mismas condiciones que hace dos días, una visibilidad decente, y poco flujo. Un ritmo de aleteo más constante y potente nos permite avanzar algo más de lo que lo hicimos la inmersión anterior, llegando a la zona en la que desciende en pendiente hasta 30 metros, pero parando antes.... leo 430 metros en una de las etiquetas y no me apetece demasiado continuar, mucho más.

A la salida, el trajín de cada día, recoger, cargar, cenar y a dormir.

SEXTO DÍA DE BUCEO: TROU MADAMME

Este día bucearemos en Trou Madamme, y también nos acompañarán nuestros amigos de RB a ver la cueva pero decidieron no bucearla porque con cotas tan superficiales, el Rb está todo el rato disparando el oxígeno y purgando y rellenando el contrapulmón con diluyente, por lo que no resulta eficaz su uso.

Afortunadamente nos ayudan en el porteo de material desde el lugar de aparcamiento hasta la entrada de la cueva, y luego se marchan a bucear en Landenouse.

El nivel de agua de Trou Madamme es bajo, por lo que hay que pasar una gatera medio en cuclillas y que poco poco va ganando altura de techo, hasta que puedes llegar (siempre sin incorporarte) hasta el lugar donde se inicia la inmersión.

Vamos ha hacer una inmersión con dos botellas de etapa sin tocar el gas de espalda, lo que nos exige un porteo inicial interesante.

La cueva es muy superficial, 3 o 4 metros, y en algunos tramos llega a 9. Tiene varios sifones, aproximadamente cada 300 o 400 metros, lo que aporta una relativa seguridad a la inmersión.

Las paredes de la cueva están muy talladas por la erosión tanto del agua como de los materiales que esta arrastra haciendo formas muy bonitas, si bien la piedra está oscurecida.

Vamos avanzando tranquilamente viendo como a nuestros manómetros les cuesta mucho bajar. Dejamos la primera botella de etapa en los 600 metros, y continuammos la inmersión.... llegamos hasta los 950 metros, creo recordar que era el quinto sifón, y a pesar de que no hemos llegado a la presión de retorno dedicimos regresar. Yo empiezo a notar el frío tras 60 minutos de inmersión, y pensando en que todavía queda la vuelta, consideramos que es lo más prudente.

La vuelta resulta algo larga, principalmente por el efecto del frío, y llegamos de nuevo a la entrada tras dos horas de inmersión, cerca de la cual nos encontramos a un grupo de buceadores franceses que llegaban a la cueva justo minutos antes de sumergirnos.

Salimos, nos cambiamos, retiramos todo el material de la cueva haciendo varios viajes en los que agradecemos el esfuerzo inicial de nuestros compañeros en el porteo de entrada, y finalmente nos ponemos a preparar la comida.

Entre tanto, el grupo de franceses retorna también de su inmersión, y les ofrecemos algo de comida caliente que estamos preparando y que ellos agradecen (se les ve la cara de frío).

Durante la comida dedicimos que esta tarde no habrá inmersión. Aunque yo tengo muchas ganas, es cierto que el paso de la semana y el esfuerzo exigido por esta inmersión en porteo, natación y frío ha hecho algo de mella, por lo que acepto que sea de descanso.

Por la tarde nos ponemos a cargar las botellas, pero tras haber cargado una botella de etapa, el compresor falla y aunque realizamos muchos intentos no conseguimos ponerlo en marcha. Menos mal que tenemos otra botella que no habíamos tocado. Tendremos que ver si podemos conseguir otras dos botellas de etapa para la inmersión del día siguiente.

SÉPTIMO DÍA DE BUCEO: RESSEL

Hoy es nuestra última inmersión, y día de vuelta a casa, por lo que promete ser un día largo y duro.

Habíamos acordado la noche anterior levantarnos pronto en previsión de que el parking va a estar lleno. El objetivo de la inmersión es volver a intentar filmar la cueva tras no haber podido hacerlo la vez anterior.

Uno de los amigos de rebreather le explica al cámara la forma de ajustar el equipo para que no trate de enfocar, sino dejarla en un foco fijo, así como la forma de ajustar el balance de blancos.

De nuevo encontramos el parking con mucha gente conocida y comenzamos el ritual.

De nuevo iremos con dos etapas que nos permitan efectuar las oportunas maniobras ante la cámara, y nos den el tiempo necesario para la filmación.

Antes de entrar en el agua, el cámara prueba los focos, y uno de ellos no funciona. Tratamos de repararlo, pero no disponemos de las herramientas adecuadas para ello, por lo que finalmente el cámara desiste de filmar, y realizamos una inmersión como las que ya habíamos realizado anteriormente, haciendo esta vez el circuito entrando por el conducto profundo y saliendo por el más superficial.

Salimos de la cueva y no sin cierta impaciencia por mi parte comenzamos a recoger, se que todavía queda por hacer un importante trayecto hasta mi casa, con un recorrido que finalmente costará unas 9 horas.

CONCLUSIÓN

Hemos disfrutado de un montón de inmersiones en cueva en una fantástica zona, donde existen cuevas diferentes en "pocos" kilómetros a la redonda.

Dado que nuestros recursos eran limitados, el haber dispuesto de un compresor portátil y capacidad para dormir en la furgoneta nos ha permitido hacerlo con poco más de 300 euros por persona, si bien hay que reconocer que se hecha de menos una ducha caliente o que el una importante cantidad de tiempo se va en cargar las botellas para el día siguiente, principalmente cuando hemos buceado tres. Cargar 12 botellas S80 en un día lleva su tiempo.
 
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