Coincido con Alkermes en lo del lavado. Cada vez que lavas el Thinsulate pierde capacidad aislante. Y si no lavas vasi es peor: la grasa y los cristales de sal y sudor al final son conductores y por eso se decía que una rata habrá perdido la mitad de su capacidad aislante al cabo de 100 buceos. No es extraño que haya gente que use el mismo modelo de rata de 400 para inmersiones cañeras y para cursos o prácticas en piscina una vez están viejas.
Sin embargo, a veces olvidamos para qué son las ratas y porqué en exploración (al límite) se usan con preferencia unos modelos determinados. Hasta ahora no hemos inventado nada que sea aislante sin contar con la intervención del aire (o del argón, entiéndase). Si usamos microfibras (Thinsulate) es precisamente por su capacidad de retener gas en condiciones de humedad. Y si usamos fibras prensadas es para que la necesidad de aislamiento no afecte a la flotabilidad...
Ahora vamos con las espumas (chándales y similares): Es posible aislarse con cualquier cosa que aloje gas entre nuestro cuerpo y el exterior. Un conocido explorador británico emplea una alfombra de caucho sobre su espalda, pero ello al final es mayor flotabilidad (no en su caso, pues el caucho es pesado). No obstante, volvamos al caso de la alfombra, perfectamente adaptada sin dejar puntos en contacto con el exterior, sin que afecte a su movilidad... ¿qué pasa si le entra agua en el traje?
A mi también me molan las ratas de nueva generación, con paneles preformados... pero si miramos más abajo, la cuestión es saber de qué pasa si les entra agua. Pueden tener formas más o menos imaginativas, colores, texturas... pero lo que nos aisla es el gas y el problema final de estas ratas es que no tienen posibilidad de fallo
